«Historias mínimas» y «La Fórmula de la Felicidad», con guiones y actuación de Gabriel Vazquez tuvo su jornada en el «Centro Cultural Sarmiento». Risas, emoción y muchos aplausos para pasar una linda noche.
Anoche, la cultura brilló una vez más en el «Centro Cultural Sarmiento», esta vez con una nueva fecha de teatro independiente, con actores locales. Historias que le pueden pasar a cualquiera, un mano chanta, dos mecánicos, un diputado o un periodista que es más estrella que los invitados. Un escritor, dos vagos y la señora de bien que queja del aceite del auto, cualquier historia puede ser contada en el escenario de un teatro, y si es a sala llena mejor. Historias de vida, que pueden ser las tuyas, las mías o la de algún conocido; cualquier historia bien contada tiene relevancia y deja un mensaje.
La capacidad de contar historias mínimas o de sorprendernos ante ellas en inimaginable. Un buen escritor nos puede contar o relatar una historia con sólo tener cómo inspiración un mueble de una muñeca, en cambio un escritor mediocre no nos puede contar nada ni aún teniendo una incontable cantidad de imágenes para inspirarse.
Fotos: Betty Bustos – Quántica
Con localidades agotadas, y pensando en realizar una nueva función, se presentó anoche, sábado 30 de septiembre, en el Centro Cultural Sarmiento la compañía teatral «Tal Para Cuál» con dos obras del escritor y guionista Gabriel Vazquez, que además comenzó a incursionar en la actuación. Lo acompañaron en escena Daniel Vicente, Mauricio Ojuez y Angel Herrera. Actores pertenecientes a la Compañía de Teatro Independiente «Tal para cual». La obra cuenta con la dirección de Camila Calvi.
Gabriel Vazquez, nos trae en sus «Historias mínimas» ejemplos de la vida cotidiana que pasan desapercibidas del común de la gente. Por los apuros, por los problemas económicos, por estar pensando en ser mejor que otros, y tal vez sólo tenemos que superarnos a nosotros mismos y ser una mejor versión de lo que fuimos ayer. Buscar cualquier escusa para no hacer algo, por que un juego de cartas o de dados con un amigo en el mejor momento o uno de los más satisfactorios que podemos tener en el día.
Una oportunidad para divertirse, emocionarse y repensar algunas cuestiones de nuestra vida cotidiana. Con humor, la puesta en escena interpretan acontecimientos que nos puede pasar a cualquiera y replantea un tema tan crucial como la felicidad. Gabriel le pregunta al espectador ¿Son felices ustedes?. Y el público responde ¡Siiii !; y otros quedan pensando.
¿Somos felices nosotros?, ¿es feliz usted que está leyendo este artículo ahora? .Tal vez esta obra sea una oportunidad para repensar, y repensarnos. Somos felices nosotros, o somos quién provoca felicidad en un otro o en otros?. La próxima función no se quede afuera y descúbralo.
Fotos: Betty Bustos – Quántica
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